Hacer una media maratón es un esfuerzo que está al alcance de casi todo el mundo. A pesar de que los 21.097,5 asustan un poco, sólo hace falta cierta disciplina en los meses previos para poder afrontar la prueba con ciertas garantías.

En primer lugar hay que hablar del entrenamiento. Una media maratón sobrepasa la capacidad de resistencia que tiene el organismo para un esfuerzo normal. Como esta prueba se trata de un ejercicio extraordinario hay que prepararlo desde dos o tres meses antes. El objetivo es aumentar esa capacidad de resistencia, principalmente con carrera continua. Es importante que buena parte de ella se haga sobre asfalto para que los músculos estén acostumbrados a trabajar sobre una superficie dura.

En cualquier caso, el trabajo previo debe realizarse de forma racional. No hay que llegar al día 31 de mayo pasados de forma ni tampoco prodigarse en exceso en carreras previas a la Media Maratón.

Conviene cuidar la alimentación durante las semanas previas a la prueba. Las grasas no son buenas compañeras de viaje y por tanto conviene, si no eliminarlas, reducirlas en nuestra alimentación.

Es igualmente importante acostumbrarse a ingerir abundante cantidad de agua durante el día. Es bueno beber mucho y no estaría de más que durante los entrenamientos se beba agua para aprender a correr con líquido en el estómago. El día 31 de mayo puede hacer mucho calor y para no deshidrartarse se deberá beber líquidos, si tenemos el cuerpo acostumbrado a ello no notará sensaciones extrañas.

Y una última nota, el alcohol y el tabaco echarán por tierra el esfuerzo, entrenamiento y dieta. Se debe prescindir de ellos.